Electricidad en el cuerpo humano

En adelante hablaremos sobre como la electricidad transita por nuestro cuerpo de forma sencilla, que sea entendible para todos en general.

Cuando se toca el tema de la electricidad es muy común que se hable de cómo funcionan los aparatos que tenemos en casa, o que la imaginemos de la amanera más sencilla, por medio de un rayo. Pero de allí a que nuestro cuerpo este lleno de electricidad, es otro ámbito, y si aunque parezca increíble, así es, estamos llenos de energía. Sigamos viéndolo más adelante.

Principios de la electricidad en nuestro cuerpo

Dentro de los esquemas generales del funcionamiento de la electricidad, esta funciona por medio de electrones, los cuales forman parte de los átomos. Ahora bien dentro del cuerpo, funcionan más o menos bajos los mismos esquemas, pero con sus particularidades.

Nuestro cuerpo no requiere de cargarse de energía para poseerla, ya de por si la contiene dentro del mismo, y este es uno de sus mayores principios. En realidad se trata al hablar de nuestro cuerpo de bioelectricidad, ya que se está hablando de la energía pero en un elemento de origen biológico. Entiéndase como cualquier elemento biológico, animales, plantas, entre otros.

En el caso del cuerpo humano es por medio de los iones que la energía se trasporta. El cuerpo se compone de canales iónicos y transportadores iónicos. Lo que permite que el potencial eléctrico contenido en nuestro cuerpo pueda movilizarse. Por lo que a través de todas nuestras células se distribuyen estas energías. Lo que los especialistas llaman potencial electroquímico. Siendo este uno de los elementos más importantes en el cuerpo humano.

Otra característica importante en nuestro cuerpo

Cuando se trata estos dos temas tanto el de la bioelectricidad como el de la energía en el cuerpo humano, existen varias formas de canalizar y transportan la energía por medio de estos.

Muchos de estos medios son los encargados de permitir la movilidad de las membranas así como los de los músculos, otros conectores son los que se ocupan de la detección de otros tipos de sustancias, como las hormonas o los neurotransmisores. Los que se encargan de detectar aquellas sustancias fuera de nuestro cuerpo, un claro ejemplo la cafeína.

Otro elemento importante es el carácter que poseen estas células de bioelectricidad, ya que estas hacen un uso más importante de la energía, más de lo que se cree o de lo que uno puede llegar a imaginarse. La electricidad es fundamental para la movilización del cuerpo, en cada una de las actividades que hacemos, nuestra vista, el movimiento del corazón, y las funciones del cerebro.

La electricidad y los órganos del cuerpo

En este ámbito, el funcionamiento de los ojos, del corazón y del cerebro, es fundamental el uso de la energía que posee el cuerpo. En los ojos poseemos canales iónicos que están bastante diferenciados del resto. Estos canales son los que permiten visualizar si existe la luz o no.

En el ámbito del cerebro, el mismo en su contenido se forma por una gran cantidad de neuronas, las cuales se encuentran conectadas entre sí para comunicarse entre ellas, en este proceso la electricidad cumple un función primordial, ya que su desempeño eficiente depende totalmente de ello. Así es como logramos hacer toda una serie de actividades, desde soñar hasta alcanzar capacidades elevadas en la memoria.

Ahora bien, a nivel muscular la electricidad cumple una función determinante, desde el uso de las piernas, los brazos, en donde la electricidad permite que estos se estiren o se contraigan.  Hasta el funcionamiento del corazón. Esta energía permite que este logre bombear toda la sangre a nuestro organismo, el cual funciona a partir de potenciales de acción, el cual es generalmente llamado potencial cardíaco.